La
tripofobia es un miedo o repulsión exagerada a los objetos o imágenes que
tengan o representen huecos, hoyos o agujeros. Tal temor se incrementa cuando
esos hoyos son de un tamaño similar y están muy juntos, como ocurre en un panal
de abejas.
Las personas
que presentan tripofobia experimentan malestares muy intensos cuando se
encuentran con los objetos o figuras que presentan ese patrón. En los casos más
graves pueden desarrollar un ataque de pánico.
Aunque
parezca extraño, esta es una fobia más común de lo que se cree. Sin embargo, la
intensidad del miedo varía entre una persona y otra.
¿Qué es la tripofobia?
La palabra
tripofobia viene de la raíz griega trypa, que significa “agujero”; y del sufijo
fobia, que hace referencia al miedo. Así pues, en términos etimológicos, se
define como miedo a los agujeros. En la práctica, este temor se extiende a
todas las formas geométricas que se encuentran muy juntas.
La
naturaleza está llena de objetos y figuras en las que se presentan este tipo de
patrones. Los panales de avispas y los hormigueros son un ejemplo. Así mismo,
la propia piel humana sigue esa secuencia de pequeños orificios aglomerados.
Aunque no se
define como una enfermedad en estricto sentido, sí puede afectar o alterar las
actividades diarias de una persona. Por eso, lo recomendable es que sea tratada
por un especialista.
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Los tipos de tripofobia
La
tripofobia puede presentarse en dos modalidades básicas: extrema y en la piel.
Veamos las características de cada una de estas variantes.
Ataque de pánico por tripofobia.
Los ataques
de pánico son la expresión última y más grave de los cuadros fóbicos.
1. Tripofobia extrema
Tiene lugar
cuando una persona es en extremo sensible a cualquier patrón de figuras
geométricas aglomeradas o de agujeros. Hay una gran intolerancia a exponerse a
imágenes u objetos que tengan estas características.
2. Tripofobia en la piel
En este
caso, el patrón que no se tolera es el que presenta la piel. Este miedo es
similar al que caracteriza a la dermatopatofobia, que es una elevada ansiedad
ante la posibilidad de sufrir erupciones o afecciones cutáneas. En esta
modalidad no hay miedo a todos los patrones simétricos de agujeros, sino solo a
los relacionados con la piel.
Síntomas
Los síntomas
de la tripofobia son similares a los de cualquier tipo de fobia. El elemento
central es la ansiedad extrema y la dificultad para controlar las emociones
cuando una persona se expone a objetos o imágenes con agujeros regulares; en
especial si son pequeños.
Las personas
afectadas por este problema no logran mirar o tocar las imágenes u objetos con
estas características. De hecho, el solo pensar en ellas les produce una
sensación de repulsión. Esto lleva a temblores, sudoración, taquicardia e
inclusive náuseas, vómitos y hormigueo generalizado.
La
tripofobia también provoca reacciones de huida. Quien la padece quiere evitar
cualquier estímulo que le genere los síntomas de ansiedad. En algunos casos
puede haber hiperventilación, sensación de desmayo y dolor de cabeza.
Causas
Hay
diferentes teorías sobre el origen de la tripofobia, pero la más aceptada es
que tiene que ver con un miedo ancestral. Un estudio publicado en la revista
Psychological Science indicó que esos patrones geométricos regulares coinciden
con el aspecto que tienen las especies más letales del planeta.
Los animales
más venenosas suelen tener en su piel unas figuras geométricas regulares. Esto
se ve, por ejemplo, en la cobra y otras similares. También en animales como el
pulpo de anillos azules, el caracol cono de mármol, la rana punta de flecha y
diversas arañas.
Esta teoría
señala que la tripofobia vendría a ser la reminiscencia de los mecanismos de
defensa que desarrollaron nuestros ancestros para protegerse de todos esos
animales. Se trataría, entonces, de un rechazo instintivo.
Es posible
que en la actualidad se reconozca más, en virtud de la facilidad para compartir
imágenes por redes sociales y medios similares.
Otra teoría,
desarrollada por Wilkins y Cole en 2013, señala que la tripofobia tiene su
origen en el temor a las enfermedades o heridas. En un estudio publicado por
esos autores señalan que varias patologías y lesiones tienen una estructura de
este tipo.
Panal de abeja genera tripofobia.
Los panales
siguen un patrón característico que es capaz de causar ansiedad en los
pacientes con tripofobia.
Tratamiento de la tripofobia
Lo usual es
que los síntomas de la tripofobia solo aparezcan en presencia de una imagen u
objeto con agujeros regulares. Sin embargo, también hay personas que cierran
sus ojos y traen a su mente este tipo de patrones. Esto afecta de manera
notoria su vida cotidiana.
Si el miedo
exagerado no ocasiona problemas para realizar las actividades del día a día,
quizás no requiera de abordaje. En cambio, si el temor es muy intenso y llega a
entorpecer lo cotidiano, lo indicado es consultar con un especialista.
Terapia de exposición
Este es un
tipo de psicoterapia que consiste en exponer a la persona afectada al estímulo
que le provoca el miedo irracional, en este caso, a los objetos o imágenes con
patrones geométricos regulares y aglomerados.
Esto se
lleva a cabo de manera gradual y con la compañía del psicoterapeuta. Permite
abordar la ansiedad y aumentar el control al hacerlo.
La condición
indispensable en este caso es que la persona afectada por tripofobia quiera
realizar esta terapia. Bajo ninguna circunstancia debe obligársele.
Terapia de desensibilización
sistemática
Es similar a
la terapia de exposición, pero requiere de más tiempo, esfuerzo y compromiso
por parte del paciente. El miedo se trabaja poco a poco, así como el manejo de
los síntomas. El objetivo es crear un contracondicionamiento (que el estímulo
que causaba ansiedad pase a estar asociado a un estado de relajación).
El proceso
es muy lento y paulatino. Al final, se espera que el paciente sea capaz de
exponerse a la imagen u objeto que le provoca el miedo irracional.
Fármacos
El
tratamiento farmacológico ha demostrado ser menos eficaz que la psicoterapia.En
general, solo sirve para disminuir los síntomas de manera superficial.
Lo usual es
que se empleen ansiolíticos y antidepresivos. Suelen acompañarse de
psicoterapia.
La
tripofobia es una fobia poco conocida, pero al mismo tiempo afecta a una gran
cantidad de personas. Lo ideal es que, si una persona cree que padece esta
afección, consulte con el médico cuanto antes. Entre más tarde se inicie un
tratamiento, más difícil será conseguir resultados efectivos.
Las personas
experimentan la tripofobia de manera diferente. Es importante ser comprensivos
con quienes la padecen.